INSTITUTO FRANCÉS DE ESTUDIOS ANDINOS

Asociados con el Arq. Enrique Santillana.

Proyecto ganador del premio Nacional: Hexágono de Acero en la Bienal de Arquitectura Peruana-Cusco 2022, para la categoría 4: Revalorización del patrimonio.

ESPACIO, PATRIMONIO Y SOSTENIBILIDAD

Dos partes componen la nueva sede del IFEA ubicada en la zona monumental de Barranco: la casona frente a la calle con valor patrimonial y la ampliación del nuevo edificio que ocupa el exiguo terreno de fondo donde habían construcciones añadidas en el tiempo sin valor patrimonial y que habían quedado como depósitos.

Para la revitalización de este edifico monumental se ejecuta el reforzamiento estructural de la casona, para garantizar su uso, permanencia y mejor resistencia ante los sismos, y la construcción de la nueva edificación, se realiza utilizando técnicas constructivas tradicionales que aportan y otorgan continuidad no sólo al patrimonio construido de la costa peruana, sino a los saberes y oficios constructivos que están en peligro de extinción a pesar de ser muy  pertinentes al clima y sismicidad de este territorio.

Ambos edificios se relacionan y muestran por un lado el uso de las técnicas constructivas tradicionales características de la casona y por ende de las zonas monumentales de la ciudad de Lima, y por otro lado estas técnicas mejoradas en un lenguaje y uso contemporáneo que dan identidad al nuevo edificio.

El antiguo jardín posterior, donde se conserva una gran palmera canaria, se constituye como el principal espacio de encuentro y actividad pública, desde el cual se accede a los nuevos usos dentro de la casona como la librería y la cafetería así como la biblioteca en el nuevo edificio. Este patio es una prolongación de la calle a través de una galería de acceso lateral y es un umbral entre la casona tradicional, que alberga las funciones administrativas, y el nuevo edificio.

Para el reforzamiento estructural de la casona se retiró el enlucido existente pintado con látex, para colocar malla geotextil en todos los muros y algunos parantes de madera dentro de ellos para mejorar su comportamiento sismo resistente, para finalmente enlucirlos nuevamente con el barro retirado y reciclado. Sobre este enlucido se utilizó pintura al agua en base a tierras de color, evitando repetir el uso del látex para no sellar las paredes de adobe y así no pierdan su capacidad reguladora de humedad y calor. El color elegido fue el Almagre en base a catas estratigráficas de color realizadas en la paredes exteriores de la casona. En el acceso lateral para el público se coloca una cercha de madera que protege esa vía de circulación ante la posibilidad de un sismo. Al interior de la casona se dio mantenimiento a la carpintería, instalaciones y acabados, que no eran originales, cambiando por ejemplo en la librería el piso de cemento pulido por un piso de mosaico que retoma motivos y colores del único piso original ubicado en la galería que mira al jardín.

La casona de valor patrimonial tenía un uso exclusivamente administrativo y privado antes de la intervención y ampliación, y luego de esta, se revitaliza como un centro cultural y de investigación con actividades gratuitas y atractivas para el vecindario y público interesado en el uso de la biblioteca, conferencias, adquisición de libros, etc.

En la nueva edificación, se ubican diversos ambientes y servicios donde destaca en el primer piso la biblioteca de uso público con su sala de lectura de doble altura e iluminación cenital, diseñada como un espacio flexible por el uso de paneles corredizos que permiten transformarla en sala de conferencias y eventos académicos. Su valiosa colección de más de 80,000 volúmenes está contenida en estanterías móviles dentro de una caja protectora de concreto caravista.

Sobre esta base, asoma un volumen opaco de quincha que contiene en el segundo piso las salas de investigación científica, iluminadas y ventiladas cenital y naturalmente por teatinas, dispositivos característicos de las edificaciones tradicionales en Lima, diseñadas en este caso para adaptarse a los vientos predominantes y para no ser percibidas desde la vía pública, para no alterar la presencia de la casona patrimonial.

La estructuración de la parte superior se consigue con los marcos de madera de los paneles de quincha, que soportan la cubierta del volumen, de planchas  fijadas sobre vigas dobles de madera laminada y postensadas con cables de acero, para conseguir cubrir luces importantes y un uso más eficiente y racional de la madera.

La quincha  mejorada está compuesta de caña brava entrelazada cubierta de barro, reutilizando la tierra de las excavaciones y de los adobes desmontados, y aligerado con paja para reducir su peso. Esto le otorga propiedades mixtas de aislamiento e inercia térmica.

El concreto fue vaciado en paneles de encofrado de listones de madera recuperada de las edificaciones preexistentes en el sitio, dejando su huella para significar su tectónica y memoria.

La utilización de materiales como la caña, el barro, piedra y madera, de muy bajo impacto ambiental, sumado a la reutilización de espacios y materiales, así como un entendimiento del recorrido solar y los vientos en el lugar para utilizar mecanismos pasivos de bioclimatización, nos permite decir que se trata de un edificio realizado bajo rigurosos criterios de sostenibilidad ambiental.

Colaboradores: Arq. Ailed Tejada, Arq. Jimena de la Jara, Arq. Karen Canaza, Arq. Marcos Rafael, Arq. Alexandra Larrea.

Año:

2022

Area:

640 m2

Ubicación:

Barranco, Lima. Perú

Ing. Estructural:

Ing. Jorge Avendaño

Consultor madera:

Arq. Luis Takahashi

Ing. Estructural quincha y adobe

Ing. Urbano Tejada

Construcción en Quincha

Arq. Silvia Onnis, Gabriel Gómez.

Constructor:

Chávez Constructores