En esta casa se invirtió el orden habitual de los niveles: El nivel nocturno, del descanso y los dormitorios fue asignado sensatamente al piso con los muros portantes. El nivel diurno, el de la actividad, el encuentro familiar y el juego, fue desplazado al techo, en compañía de los árboles.
La intervención en el piso existente se ejecuta con un plano plegado de madera. En el nuevo nivel, una estructura ligera soporta el techo y las lámparas móviles. La biblioteca rodea una escalera que se descuelga y tanto reúne como divide la actividad familiar. Un armario de nueve metros aloja todo lo necesario para que el resto del espacio sea más libre y flexible.
La apertura de la casa al barrio recupera la atmósfera de balneario del viejo Barranco y ejerce su responsabilidad ciudadana poniendo los ‘ojos en la calle’.
Colaboradores:
Juan Caycho, Cristina Bontá
2013-2017
170 m2
Barranco, Lima
Julio César Santillán
Flavia Gandolfo, Gonzalo Cáceres, Augusto Román